Cómo demandé Pensión de Alimentos para mis hijas
Me llamo José Riquelme, padre de dos hermosas niñas, Elena de 6 años y María Jesús de 10. Mi vida dio un vuelco total cuando, después de 15 años de matrimonio, este terminó de manera abrupta y dolorosa. Fue un proceso lleno de desafíos, no solo emocionales sino también legales, al luchar por el cuidado personal de mis hijas, una batalla que, gracias a la dedicación y el apoyo de mis abogados de familia en Viña del Mar, logré ganar. Sin embargo, mi historia no terminó ahí; un nuevo capítulo estaba por escribirse, uno que me llevaría de nuevo a los tribunales, esta vez para asegurar el bienestar económico de Elena y María Jesús a través de una demanda por pensión alimenticia.
Este nuevo desafío me encontró más preparado, con la experiencia previa y la confianza depositada en el mismo equipo legal que me había acompañado en mi lucha anterior. Sabía que el camino no sería fácil; demandar por pensión alimenticia implicaba exponer las necesidades de mis hijas, justificar cada gasto y enfrentarme nuevamente a la madre de mis hijas en un entorno legal. Pero estaba decidido a asegurar todo lo necesario para el desarrollo y bienestar de Elena y María Jesús, sin importar los obstáculos que tuviera que enfrentar.
La historia que estoy a punto de compartir relata mi experiencia en esta segunda batalla legal, los preparativos, la recopilación de evidencia, las audiencias y el desenlace final. Es una historia de determinación, de los desafíos inherentes al sistema legal y del incansable amor de un padre por sus hijas. A través de palabras sencillas y con el corazón en la mano, espero transmitir no solo los momentos difíciles y las victorias, sino también la importancia de luchar por lo justo, apoyado por profesionales comprometidos y, sobre todo, por el amor incondicional hacia mis niñas.
La Decisión de Demandar por Pensión Alimenticia
Después de haber pasado por el proceso del cuidado personal de mis hijas, pensé que los desafíos legales más difíciles habían quedado atrás. Sin embargo, la realidad de las necesidades crecientes de Elena y María Jesús, combinada con la insuficiente contribución económica de su madre, me llevó a enfrentar una nueva realidad: la necesidad de demandar por pensión alimenticia.
La decisión no fue fácil. Sabía que implicaría volver a meternos en procedimientos legales, revivir tensiones y enfrentarme nuevamente a la madre de mis hijas en un contexto agotador tanto emocional como economincamente. Pero al mirar a Elena y María Jesús, al ver sus sonrisas y recordar las promesas de cuidarlas y protegerlas, supe que no había otra opción. Era mi responsabilidad asegurar no solo su bienestar emocional y físico, sino también su estabilidad económica, y porque bueno no les he contado pero mi hija Maria jesus tiene una malformación en su corazon lo que ha llevado a hacer 3 cirugias.
Opté por continuar con los mismos abogados de familia Viña del Mar, que los recomiendo Abogaley que me habían acompañado en mi anterior demandal. La confianza que había desarrollado en ellos, sumada a su demostrada eficacia y compromiso, me convencieron de que eran la mejor opción para este nuevo desafío. Recordaba claramente el día en que, después de una larga conversación, les manifesté mi decisión. .
Esta nueva fase legal comenzó con una serie de reuniones para discutir la estrategia a seguir. Mis abogados me explicaron con paciencia y claridad, en especial Nicolas Rios-montt los detalles del proceso de demanda por pensión alimenticia. Me hicieron entender que este caso requeriría de una detallada documentación de las necesidades de mis hijas: desde gastos de alimentación, educación y salud, hasta actividades extracurriculares que contribuyesen a su desarrollo integral.
Fue un momento de reflexión complicada, de entender que más allá del que dirán, estaba la oportunidad de reafirmar mi compromiso con el bienestar de mis hijas. A pesar de la incertidumbre y las dificultades que sabía que enfrentaríamos, me sentía fortalecido por la certeza de estar haciendo lo correcto. Con el apoyo de Abogaley , estaba listo para iniciar este nuevo capítulo, convencido de que, al final del camino, Elena y María Jesús tendrían la seguridad económica que merecían.
Preparativos para la Demanda
Iniciar el proceso de demanda por pensión alimenticia implicó sumergirnos en una etapa de preparativos intensos. Mis abogados de familia en Viña del Mar, quienes ya habían demostrado su valía y compromiso en nuestra anterior batalla legal, comenzaron a trazar una estrategia meticulosa. El objetivo era claro: demostrar de manera irrefutable las necesidades de Elena y María Jesús, asegurando que se les otorgara una pensión alimenticia justa y suficiente que garantizara su bienestar.
El primer paso en nuestra preparación fue la recolección de documentos. Mis abogados enfatizaron la importancia de presentar evidencia sólida que respaldara cada aspecto de las necesidades de mis hijas. Esto incluía desde recibos de gastos escolares, facturas médicas, hasta comprobantes de actividades extracurriculares. Cada documento era una pieza del rompecabezas que construiría nuestro caso, evidenciando no solo las necesidades básicas sino también aquellos gastos adicionales que contribuyen al desarrollo integral de mis hijas.
Además de los documentos financieros, mis abogados sugirieron contratar a un perito para realizar una pericia socioeconómica. Esta evaluación permitiría obtener un informe detallado sobre la situación económica de ambas partes, ofreciendo una visión clara de la capacidad económica de la madre de mis hijas y, por ende, de su capacidad para contribuir a su manutención. Este paso demostró ser crucial, ya que proporcionó una base objetiva para nuestra demanda de pensión alimenticia.
La estrategia legal también incluyó la identificación de testigos que pudieran aportar testimonios relevantes sobre la dinámica familiar y las necesidades de Elena y María Jesús. Mis abogados prepararon una lista de posibles testigos, desde familiares cercanos hasta profesores y médicos, quienes podrían ofrecer perspectivas valiosas sobre el estilo de vida, la salud y la educación de mis hijas.
A medida que avanzábamos en la preparación de nuestra demanda, mis abogados me explicaron el proceso de las audiencias, comenzando por la audiencia preparatoria. Me recalcaron que en esta primera audiencia no era necesario presentar los documentos físicamente; más bien, el enfoque estaría en ratificar la demanda y ofrecer los medios de prueba, como documental, testimonial, pericial y de declaración de parte. Esta claridad en el proceso me ayudó a entender mejor los pasos a seguir y a reducir la ansiedad que naturalmente acompaña estos procedimientos legales.
Con cada documento recopilado y cada estrategia definida, sentía que estábamos construyendo un caso sólido. La dedicación y el profesionalismo de mis abogados de familia Viña del Mar me brindaban confianza, sabiendo que estábamos haciendo todo lo posible para asegurar el futuro de Elena y María Jesús. Esta etapa de preparativos no solo reafirmó mi decisión de luchar por ellas, sino que también me enseñó el valor de la meticulosidad y la preparación en la búsqueda de justicia.
La Audiencia Preparatoria
La audiencia preparatoria marcó el comienzo formal de nuestro caso por la pensión alimenticia frente a los tribunales. Mis abogados de familia en Viña del Mar habían preparado minuciosamente cada detalle, asegurándose de que comprendiera la importancia de este paso inicial en el proceso. Me explicaron que, aunque en esta etapa no se presentaban los documentos físicamente, era crucial para establecer la base de nuestra demanda y ofrecer los medios de prueba que sustentarían nuestro caso.
El día de la audiencia, sentí una mezcla de nerviosismo y determinación. Recordé las palabras de mis abogados: "Esta es una oportunidad para ratificar nuestra demanda y enfatizar la necesidad de una pensión alimenticia que refleje las verdaderas necesidades de Elena y María Jesús". La estrategia estaba clara: presentar de forma concisa y firme los argumentos que justificaban nuestra petición, incluyendo la documentación, testimonios, pericias y cualquier otro medio que demostrara la capacidad económica de la contraparte y las necesidades de mis hijas.
Durante la audiencia, mi abogado tomó la palabra con confianza, presentando nuestra demanda con la seriedad y el respeto que el caso requería. Se ofrecieron los medios de prueba: documentación que acreditaba los gastos de mis hijas, testimonios que hablarían sobre su calidad de vida y necesidades, y la pericia socioeconómica que ofrecía una vista objetiva de la situación financiera de ambas partes. Aunque no se presentaban los documentos en este momento, cada oferta de prueba se hacía con la intención de establecer un marco claro para lo que presentaríamos más adelante.
Mis abogados también hicieron hincapié en la solicitud de oficios a diversas instituciones para corroborar la información financiera de la madre de mis hijas, destacando que en estos casos, no existe el secreto bancario. Esta estrategia buscaba revelar de manera transparente los recursos económicos disponibles y asegurar una evaluación justa de la capacidad de contribución a la pensión alimenticia.
La audiencia preparatoria concluyó con la sensación de haber dado un paso firme hacia adelante. La profesionalidad y la preparación de mis abogados me hicieron sentir respaldado y confiado en el proceso. Entendí que, aunque este era solo el comienzo y quedaba mucho camino por recorrer, estábamos en la dirección correcta. La claridad con la que se presentó nuestra demanda y los medios de prueba ofrecidos sentaron una base sólida para lo que vendría, reafirmando mi confianza en el equipo legal que me representaba y en la justicia del sistema legal para proteger el bienestar de Elena y María Jesús.
Recopilación de Pruebas
La etapa de recopilación de pruebas fue un proceso meticuloso y esencial en nuestra demanda por pensión alimenticia. Mis abogados de familia en Viña del Mar me habían dejado claro que el éxito de nuestro caso dependería en gran medida de la solidez y claridad de las evidencias presentadas. Así, nos enfocamos en reunir un conjunto comprensivo de documentos y testimonios que demostraran de manera irrefutable las necesidades de Elena y María Jesús, así como la capacidad económica de su madre para contribuir a su manutención.
Documentos que Acreditan Gastos
El primer paso en esta etapa fue organizar y detallar todos los gastos relacionados con el cuidado y bienestar de mis hijas. Esto incluyó recibos de colegiaturas, gastos médicos, costos de actividades extracurriculares, alimentación, y cualquier otro gasto que pudiera justificar su nivel de vida y necesidades. Mis abogados insistieron en la importancia de esta documentación, ya que proporcionaría una base cuantitativa para la demanda de pensión alimenticia.
Contratación de un Perito
Dada la complejidad de establecer una visión clara de la situación económica de la contraparte, decidimos contratar a un perito económico. Este profesional realizó una pericia socioeconómica exhaustiva, evaluando no solo los ingresos y gastos de la madre de mis hijas, sino también su capacidad potencial de contribución. Este informe se convirtió en una pieza clave de nuestra estrategia, ya que ofrecía una perspectiva objetiva y fundamentada sobre las posibilidades económicas reales de la contraparte.
Testigos y Declaraciones
La selección de testigos fue otro aspecto crucial de nuestra preparación. Elegimos cuidadosamente a personas que pudieran aportar testimonios relevantes sobre las necesidades de mis hijas y nuestra situación familiar. Esto incluyó a maestros, familiares cercanos y profesionales de la salud que conocían de primera mano el estilo de vida y las circunstancias particulares de Elena y María Jesús. La preparación de estos testigos fue fundamental para asegurar que sus declaraciones fueran claras, concisas y pertinentes al caso.
Revelación de Ingresos y Secreto Bancario
Una de las estrategias más importantes implementadas por mis abogados fue solicitar oficios a bancos e instituciones financieras para revelar los ingresos y activos de la madre de mis hijas. Esta acción se basó en el entendimiento de que, en casos de pensión alimenticia, no hay secreto bancario que impida la divulgación de esta información. Este paso fue decisivo para establecer un panorama claro de la capacidad económica de la contraparte, facilitando una demanda de pensión alimenticia justa y basada en hechos concretos.
La recopilación de todas estas pruebas no fue tarea fácil. Requirió tiempo, esfuerzo y una colaboración estrecha con mis abogados. Sin embargo, cada documento, cada testimonio y cada informe pericial fortalecieron nuestro caso, proporcionando una base sólida sobre la cual argumentar la necesidad de una pensión alimenticia adecuada para Elena y María Jesús. Esta etapa del proceso me enseñó el valor de la preparación meticulosa y la importancia de contar con un equipo legal competente y dedicado.
La Audiencia de Juicio
La audiencia de juicio fue el escenario donde todos nuestros esfuerzos y preparativos se pusieron a prueba. La tensión era palpable; sabía que lo que estaba en juego no era solo una cuestión económica, sino el futuro y el bienestar de Elena y María Jesús. Mis abogados de familia en Viña del Mar, liderados por el destacado Nicolás Ríos-Montt, habían preparado cada detalle con precisión, asegurándome que estábamos listos para enfrentar este momento decisivo.
La Actuación de Nicolás Ríos-Montt
Desde el inicio de la audiencia, la presencia y el dominio de Nicolás fueron evidentes. Su capacidad para presentar el caso, su claridad al exponer los argumentos y la firmeza con la que manejaba la información capturaron la atención del tribunal. Nicolás no solo se basó en los hechos y las cifras recolectadas durante nuestra preparación, sino que también supo transmitir la importancia humana detrás de nuestra demanda, enfatizando las necesidades y derechos de mis hijas.
Presentación de Pruebas y Testimonios
Una parte crucial de la audiencia fue la presentación de nuestras pruebas. Los documentos que habíamos reunido, desde recibos de gastos escolares hasta informes médicos, fueron presentados de manera ordenada y coherente. Pero lo que realmente marcó la diferencia fue la declaración de nuestros testigos. Cada uno, desde maestros hasta familiares, ofreció un testimonio conmovedor y genuino sobre la vida de mis hijas, sus necesidades y el impacto que una pensión alimenticia adecuada tendría en su desarrollo y bienestar.
La pericia socioeconómica también jugó un papel fundamental. El informe presentado por el perito que habíamos contratado ofreció una visión clara y objetiva de la situación financiera de la contraparte, demostrando su capacidad para contribuir de manera significativa a la manutención de Elena y María Jesús.
El Momento Decisivo
El momento más impactante de la audiencia llegó cuando Nicolás Ríos-Montt realizó el alegato final. Con una mezcla de pasión, convicción y evidencia irrefutable, delineó claramente por qué el tribunal debía fallar a nuestro favor. Su discurso no solo destacó los aspectos legales y financieros de nuestra demanda, sino que también apeló al sentido de justicia y responsabilidad parental.
Cuando la audiencia concluyó, me sentí abrumado por una mezcla de alivio y esperanza. La actuación de Nicolás y el equipo había sido excepcional, no solo en términos legales sino también en la capacidad de humanizar nuestra lucha frente al tribunal.
La Espera y la Decisión
Tras la audiencia, la espera por la decisión fue una etapa llena de ansiedad, pero confiaba en el trabajo realizado por nuestros abogados. Cuando finalmente recibimos la noticia de que el tribunal había fallado a nuestro favor, ordenando a la contraparte pagar el 50% de sus ingresos como pensión alimenticia, la emoción fue indescriptible. Sin embargo, sabíamos que la batalla no había terminado, ya que la contraparte apeló la sentencia, llevándonos a enfrentar una segunda instancia.
La audiencia de juicio y el proceso de apelación reafirmaron mi confianza en el sistema judicial y en la importancia de tener un abogado con la destreza, el compromiso y la empatía de Nicolás Ríos-Montt. Su actuación no solo aseguró un futuro mejor para mis hijas, sino que también me enseñó el valor incalculable de luchar por la justicia con el apoyo adecuado.
La Sentencia y Apelación
La resolución del tribunal, que dictaminó que la contraparte debía contribuir con el 50% de sus ingresos a la pensión alimenticia de Elena y María Jesús, fue un momento de profundo alivio y satisfacción. Sin embargo, este sentimiento fue temporal, ya que nos enfrentamos rápidamente a la apelación por parte de la contraparte, lo que nos llevó a la segunda instancia. Este nuevo capítulo en nuestra lucha legal puso a prueba nuevamente nuestra determinación y la solidez de nuestra estrategia.
El Proceso de Apelación
La apelación presentada por la contraparte buscaba revocar la sentencia inicial, argumentando que la decisión era excesiva y no correspondía con la realidad de sus ingresos. Este movimiento nos obligó a prepararnos para defender nuestra victoria y asegurar que las necesidades de mis hijas no fueran ignoradas ni minimizadas.
Durante este tiempo, la figura de Nicolás Ríos-Montt, nuestro abogado, se erigió nuevamente como pilar fundamental de nuestra defensa. Su preparación para el alegato de apelación fue meticulosa, reforzando cada uno de los argumentos con nueva evidencia y reiterando la importancia de mantener el bienestar y la seguridad económica de Elena y María Jesús como prioridad.
El Alegato Extraordinario
El día del alegato en la Corte de Apelaciones, Nicolás demostró por qué su reputación como uno de los mejores abogados de familia en Viña del Mar era bien merecida. Con una mezcla de firmeza y elocuencia, presentó nuestro caso, destacando no solo las necesidades de mis hijas y la capacidad económica de la contraparte, sino también el principio fundamental de justicia que debe prevalecer en casos de pensión alimenticia.
Su actuación fue no solo un reflejo de su habilidad legal, sino también de su compromiso personal con el caso. Nicolás logró transmitir la urgencia y la justicia de nuestra demanda, apelando no solo a los hechos y cifras, sino también a los valores y principios que fundamentan el derecho familiar.
Confirmación de la Sentencia
La espera por la decisión de la Corte de Apelaciones fue un período de ansiedad y esperanza. Cuando finalmente recibimos la noticia de que la Corte había confirmado la sentencia, reafirmando el derecho de mis hijas a recibir una pensión alimenticia que reflejara adecuadamente sus necesidades y la capacidad de la contraparte, el alivio y la gratitud fueron inmensos.
Este triunfo no solo significó una victoria legal, sino también una reafirmación de que el sistema de justicia puede funcionar en favor de los más vulnerables. La sentencia confirmada por la Corte de Apelaciones fue un hito en nuestra lucha, asegurando que Elena y María Jesús tendrían el apoyo económico necesario para su desarrollo y bienestar.
Reflexiones Finales
Mirando hacia atrás, el proceso desde la demanda inicial hasta la confirmación de la sentencia por la Corte de Apelaciones fue una jornada de desafíos, aprendizaje y, finalmente, de justicia. La dedicación y la excelencia de Nicolás Ríos-Montt y el equipo de abogados de familia en Viña del Mar fueron cruciales en cada paso del camino.
Esta experiencia reforzó mi creencia en la importancia de luchar por lo que es justo, especialmente cuando se trata del bienestar de nuestros hijos. A pesar de los obstáculos, la perseverancia, apoyada por la guía legal adecuada, puede llevarnos a resultados positivos y transformadores. La victoria en la Corte de Apelaciones no solo aseguró un futuro más estable para Elena y María Jesús, sino que también me enseñó el valor incalculable de la resiliencia y la fe en un proceso lento pero que con esperanza da resultados.
Bloguero colaborador
Valentín Domínguez